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El optimismo de los fil¾sofos ilustrados sobre la humanidad o sobre ½el estado de naturaleza + no casa bien con la tozudez de la realidad hist¾rica a poco qu
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El optimismo de los fil¾sofos ilustrados sobre la humanidad o sobre ½el estado de naturaleza + no casa bien con la tozudez de la realidad hist¾rica a poco que se analice frÝamente y de forma rigurosa. Pero tampoco se pueden sustentar las visiones nihilistas que solo reparan en ½el horror+, en lo mßs oscuro del alma humana, desechando como fruto de farisaicas ½convenciones sociales+ o inconfesables ½recovecos psicol¾gicos+ todo acto desinteresado, todo altruismo, toda filantropÝa, en definitiva, toda bondad. Mßs allß de constatar un ocÚano de sufrimiento del ser humano por obra de otros seres humanos, se puede encontrar un sentido a la historia humana, sea este trascendente o inmanente. Ante la inhumanidad hubo un momento en la historia humana en el que surgi¾ la respuesta, profundamente espiritual y no biol¾gica, de la compasi¾n, que no es mßs que una empatÝa sin matices con el sufrimiento ajeno. Esta obra intenta hacer inteligible el conmovedor heroÝsmo Útico de tantos miles de seres humanos que hicieron el bien en situaciones ½infernales+ a lo largo de la historia. Si la historia humana nos muestra, como m