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«Esto es lo que siempre me ha espantado. ¡Vivir, tener tanta ambición, sufrir, combatir y, por último, el olvido! El olvido... Como si no hubiese existido n
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«Esto es lo que siempre me ha espantado. ¡Vivir, tener tanta ambición, sufrir, combatir y, por último, el olvido! El olvido... Como si no hubiese existido nunca». La actual Ucrania, conocida a lo largo del siglo XIX como la pequeña Rusia, fue la patria de la autora de estas páginas. Marie Barshkirsteff vio la luz al abrigo de una profecía que la señaló como una estrella destinada a la eternidad cuyo brillo el paso del tiempo se ha obstinado en extinguir. Fue una prolífica pintora que logró estudiar en la Academia Julian de París, pionera en la formación pictórica de las mujeres. Además, escribió un diario durante toda su vida, unas páginas en las que volcó sus ambiciones, anhelos, pasiones e inseguridades. Nos regaló a una autora inmortal y la historia de una precursora en un círculo académico plagado de machismo. «Teniendo faldas, ¿dónde queréis que vaya El matrimonio es la única carrera de las mujeres», escribe Marie. «Si yo hubiera sido un hombre habría conquistado Europa», se dice a sí misma. Pese a no llegar a la edad de 26 años, la historia de Marie supuso un ejemplo de superación y tenacidad no solo f