Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
«Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino tenga vida eterna». Lo que se nos invita a compre
info
«Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino tenga vida eterna». Lo que se nos invita a comprender a partir de este discurso y, de una manera global, a partir del encuentro con Jesús, y de todo el Evangelio de Juan, es el amor loco de Dios por los hombres. Es un amor tal que conduce al Padre a dar a su Hijo único para salvar a los seres humanos. Jesús viene para revelarnos a Dios, para estar cerca de nosotros y pronunciarse a favor de cada uno de nosotros; así es como podemos recibir el don de Dios, que es su Hijo único.
Nos hallamos ante una obra que conserva las cualidades y el estilo propios de los ejercicios orales, al mismo tiempo que se convierte en apoyo para la oración del lector que se muestre deseoso de volver a la fuente. Porque es el mismo Evangelio de Juan lo que resuena al hilo de estas páginas, dispuestas a la manera de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola: el cristiano se ve llevado, de misterio en misterio, a seguir e imitar, conocer y amar a Cristo, Hijo de Dios. «He venido para que tengan vida»: que estas palabras de Jesús, elegidas como título de la obra, no cesen de resonar en todo el mundo.