Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Estamos todos tan de vuelta de todo, tenemos tanta información, tantas opiniones, tanta ironía No es fácil escribir un ensayo que descoloque y escandalice, q
info
Estamos todos tan de vuelta de todo, tenemos tanta información, tantas opiniones, tanta ironía No es fácil escribir un ensayo que descoloque y escandalice, que presente una idea novedosa e inesperada. Spufford lo ha conseguido con el argumento probablemente menos popular de nuestro tiempo: Creo en Dios, para mí el cristianismo tiene sentido y estoy harto de que ustedes, los ateos y agnósticos, se crean más listos que yo. Profesor de literatura, intelectual progresista, Spufford demuestra aquí que se puede ser creyente y vivir en el mundo del siglo XXI sin aguantar que nadie le venga a perdonar la vida. Ya les hemos contado el final, pero háganse un favor: pasen y lean. No se arrepentirán.