Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
«Es un hecho: le hemos encontrado gusto a la incontinencia afectiva.Se ha producido una mutación emotivista de las relaciones entre lopúblico y lo íntimo».
info
«Es un hecho: le hemos encontrado gusto a la incontinencia afectiva.Se ha producido una mutación emotivista de las relaciones entre lopúblico y lo íntimo». Gregorio Luri, siempre sensato y lúcido, enhebra los artículos que ha ido publicando en The Objective reuniéndolos con un fino hilo común: ese emotivismo que nos impulsa a pensar sintiendo haciéndonos creer que las cosas son más verdaderas cuando más lassentimos o que más vale una emoción (especialmente en el caso de laindignación y el entusiasmo) que un silogismo. Josep Pla nos advirtióde que «la tendencia a la mermelada sentimental lo pringa todo». Perotambién nos ofreció un sabio consejo: «¿Sentido de la vida Aquí lotienes, el sentido de la vida... ¡Armate de tu zurrón y de tu escopeta de caña y sal a la caza de las melodías de este mundo, que cada vezvuelan más altas». «Este libro tenía que existir (...) Es la mejorlectura conservadora de unos años que, incluso aceptando el ruido delmundo, quizá hayan sido más desorientados de lo habitual. Con esto yasería bastante. Pero, como siempre ocurre con Gregorio Luri, estelibro es mucho más» ùIg