Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Cada vez es más evidente en nuestros tiempos la exigencia de un buenacompañamiento. En el pasado, esto estaba asegurado de forma bastantenatural. En el pueblo
info
Cada vez es más evidente en nuestros tiempos la exigencia de un buenacompañamiento. En el pasado, esto estaba asegurado de forma bastantenatural. En el pueblo o en la pequeña ciudad, con el párroco, elmaestro y el médico, y en el contexto de familias amplias, de variasgeneraciones, era el propio entorno el que ofrecía escucha, consejo,corrección, apoyo, ayuda. De modo que, variando el dicho africanosegún el cual «para educar a un niño hace falta un pueblo», podríamosdecir que se necesita un pueblo para acompañar a una persona.Hoy tenemos claro ?y está totalmente en línea con la fe cristiana, que tiene su centro en el Dios hecho hombre? que el acompañamientoespiritual solo no basta, sino que se necesita un acompañamientointegral: psico-físico-social además de espiritual. Esto implica unamultiplicidad de competencias y figuras que deben actuar, pero demanera convergente y no aislada, según una dinámica de reciprocidadentre ellos y con la persona interesada.Y esto hay que hacerlo en un camino de gradualidad, como loencontramos en Jesús cuando acompaña a los discípulos de Emaús y enmuchos otros episodios del Eva