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La imagen de las diversas Órdenes y Congregaciones de Vida ReligiosaApostólica se asemeja a una iglesia con preciosos vitrales, integradaarmónicamente por mu
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La imagen de las diversas Órdenes y Congregaciones de Vida ReligiosaApostólica se asemeja a una iglesia con preciosos vitrales, integradaarmónicamente por muchas piezas: vivencia de los votos, vida decomunidad, pertenencia, formación, vida espiritual, apostolado,carisma, gobierno, discernimiento, etc. Cada uno de estos elementosayudan a dar vida a los discípulos y apóstoles del Señor Jesús, peroentre todos, el autor quiere enfocar estas páginas desde un aspectoque es central y motivador: la caridad pastoral. Pero ¿de qué tipo decaridad hablamos? ¿Por qué la caridad tiene que ser pastoral para losInstitutos de Vida Apostólica y no de otro tipo? No cabe la menor duda de que la caridad pastoral forma parte, deliberada y deseada, delanuncio de la Iglesia. Es el corazón de la espiritualidad cristiana yde la santidad. Es la participación en la caridad de Cristo encarnado, prolongado, historizado y actualizado en el amor palpable a laspersonas. La caridad pastoral de Jesús, que «da su vida por lasovejas» (Jn 10,11), es una llamada a cada cristiano: enraizada enCristo, vivida en cada vocación y concretada en las nec